Llegan los meses más calurosos del año y, durante esta época, normalmente breve en el norte del país, el trabajo en los pabellones industriales se complica por el impacto que el clima tiene sobre los trabajadores y el espacio donde desempeñan sus labores. Pasar varias horas al día al aire libre, en estas circunstancias, requiere unos cuidados y ciertas medidas preventivas para enfrentar las altas temperaturas. De la misma forma, las oficinas y pabellones industriales, especialmente aquellos que disponen de maquinaria cuyo uso desprende, aún, más calor, deben contar con una serie de atenciones primarias, en algunos casos fáciles de tomar, con las que podremos evitar golpes de calor, sobrecalentamiento de los aparatos y, por ende, una disminución en las capacidades productivas.
La más fácil y tradicional es la ventilación cruzada, aquella que todos llevamos a cabo en nuestras viviendas. Este método aprovecha la diferencia de presión y los flujos de aire para generar una renovación de éste en un espacio concreto. Para ello es necesario tener la capacidad de abrir puertas o ventanas, así como otras aberturas, en lados opuestos del lugar de trabajo. Con ello la variación de presión hará circular el aire de un extremo al otro, expulsando el aire viciado al exterior, siempre que haya corriente natural en uno de los puntos. La ventilación cruzada puede no ser efectiva en todos los casos o a lo largo de toda la época estival. Si la zona mantiene unas condiciones climáticas extremas o la contaminación exterior es alta tal vez se deba valorar con firmeza algunas de las alternativas existentes. La ventilación mecánica, por su parte, emplea sistemas artificiales para forzar ese mismo flujo que renueve las estancias. Así, la ventilación por extracción, por insuflación o de recuperación de calor son las más habituales.
En la ventilación por extracción los ventiladores, colocados en lugares estratégicos, en lugares con alta concentración de contaminantes, empujan el aire hacia zonas en las que puedan alcanzar el exterior fácilmente. Se ha de tener en cuenta que estos elementos pueden generar, por sí mismos, una elevación de las temperaturas en el lado opuesto, debido a su propia composición. Con la recuperación de calor se utilizan intercambiadores de calor, recuperando el calor del aire viciado saliente, siendo transferido al aire fresco entrante. Esto permite conservar la energía manteniendo una temperatura estable y confortable en el interior. La insuflación, por su parte, introduce, artificialmente, aire fresco en el interior tras una etapa de filtrado, y se distribuye uniformemente en la zona de trabajo a través de conductos y aberturas ubicadas en el diseño previamente establecido. Si las altas temperaturas son persistentes los sistemas de refrigeración, como acondicionadores de aire o enfriadores evaporativos, son una alternativa perfecta para mantener una adecuada temperatura en los pabellones industriales. Sin embargo, se ha de tener en cuenta que el uso de este tipo de mecanismos, no solo requieren de una mayor inversión sino que, además, consumen más energía y se ha de valorar y evaluar su eficiencia y la relación coste-beneficio.