La inteligencia artificial (IA) es la disciplina que se ocupa de crear sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento, la percepción o la toma de decisiones. La IA se aplica en diversos ámbitos, como la salud, la educación, la seguridad o el transporte, pero también tiene un gran potencial en la industria, especialmente en la ingeniería y el suministro industrial. La IA puede mejorar la optimización de procesos, la prevención de anomalías, la automatización, el desarrollo de productos inteligentes, la seguridad, la gestión de inventarios, la planificación de la demanda, el control de calidad y el mantenimiento predictivo en el suministro industrial.
La optimización de procesos consiste en encontrar la mejor forma de realizar una tarea o alcanzar un objetivo, minimizando los costes y maximizando los beneficios. La IA puede ayudar a optimizar los procesos industriales mediante el uso de técnicas como el aprendizaje automático, la optimización matemática o la inteligencia de enjambre. Se puede utilizar para analizar los datos históricos y actuales de los procesos industriales y extraer patrones, tendencias y relaciones que permitan mejorar la eficiencia, la calidad y la rentabilidad de los mismos.
La prevención de anomalías detecta y evita situaciones anormales o indeseadas que puedan afectar al funcionamiento de los sistemas industriales, como fallos, averías, defectos o accidentes. La IA puede ayudar a prevenir las anomalías mediante el uso de técnicas como el reconocimiento de patrones, el procesamiento de imágenes o el procesamiento del lenguaje natural.
Se puede utilizar para monitorizar los sistemas industriales y detectar anomalías en tiempo real, como cambios en los parámetros, desviaciones en el rendimiento o comportamientos sospechosos, además de servir como inspector en los sistemas industriales para detectar grietas, corrosiones, manchas o deformaciones.
Gracias al procesamiento del lenguaje natural se comprende y genera lenguaje humano, útil para interpretar los informes, las alertas o los comentarios de los operarios y detectar anomalías verbales, como errores, quejas o sugerencias.
La automatización consiste en sustituir o asistir la intervención humana en los procesos industriales por la de los sistemas de IA, con el fin de aumentar la velocidad, la precisión y la consistencia de los mismos. La IA puede ayudar a automatizar los procesos industriales mediante el uso de técnicas como la robótica, la visión artificial o el control inteligente.
La robótica puede utilizar la IA para automatizar los procesos industriales que requieren de manipulación, movimiento o interacción con el entorno, como el ensamblaje, el transporte o la limpieza. La visión artificial es la capacidad de los sistemas de IA de percibir y entender el entorno a través de las imágenes.
En cuanto a la seguridad, la Inteligencia Artificial puede ayudar a mejorar la seguridad en la industria mediante el uso de técnicas como la biometría, la criptografía o la ciberseguridad, mediante las características físicas o conductuales de las personas. Estas medidas se toman para prevenir, detectar y responder a los ataques informáticos que puedan afectar a los sistemas, las redes o los dispositivos de la industria.
